Preguntas que alguna vez te habrás echo.

 ¿Alguna vez te has preguntado por qué tenemos un determinado grupo sanguíneo?
Un grupo sanguíneo es una clasificación de la sangre de acuerdo con las sustancias presentes en la superficie de los glóbulos rojos y en el plasma sanguíneo.  Las dos clasificaciones más importantes para describir grupos sanguíneos en humanos son los antígenos (el sistema AB0) y el factor Rh.
Antígeno: es una sustancia que desencadena la formación de anticuerpos y puede causar una respuesta inmunitaria. La definición moderna : todas las sustancias que pueden ser reconocidas por el sistema inmune adaptativo, bien sean propias o ajenas. Son usualmente proteínas o polisacáridos.
Factor Rh: es una proteína  de la membrana de los glóbulos rojos. Los Rh positivos son aquellas personas que presentan dicha proteína en sus eritrocitos y Rh negativa quienes no presenten la proteína
En el sistema AB0 cada persona puede puede pertenecer a uno de los grupos sanguíneos ( A,B,AB,0). Esto depende del tipo de antígeno, A o B, y de anticuerpos presentes en su sangre.


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Si sientes curiosidad sobre que grupo sanguíneo puede donarte sangre y viceversa puedes mirarlo en la tabla:









 
 
¿Sienten lo mimo los gemelos?Resultado de imagen de gemelos
 
 
Hay muchas  historias en las que los gemelos dicen tener una conexión especial que les permite sentir el dolor de su hermano y averiguar lo que le ocurre, incluso aunque se encuentren a kilómetros de distancia el uno del otro.
Mito ha sido derribado por la  comunidad científica que, tras una investigación, afirma que “existen grandes diferencias entre personas y modificaciones químicas dentro de los nueve genes implicados en la sensibilidad al dolor”.

Una de las leyendas más populares queda resuelta por la acción de la epigenética, es decir, por todos y cada uno de los factores no genéticos que intervienen durante el desarrollo de un individuo, desde el óvulo hasta el envejecimiento de la persona.

 
 
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El estudio del King College de Londres afirma que “la sensibilidad al dolor se altera por el entorno y el estilo de vida de una persona a lo largo de su existencia”.
Para identificar los niveles de sensibilidad al dolor, “los científicos probaron en 25 pares de gemelos idénticos una sonda de calor en el brazo. Los participantes debían presionar un botón cuando el calor se convertía en doloroso para ellos, lo que permitió a los investigadores determinar sus umbrales de sufrimiento”.


Hay varios casos en los que se podría pensar que es cierto que sienten lo que le pasa al otro.
Un ejemplo es el caso de las mellizas Gemma y Leanne Houghton. Un día, Gemma estaba en su casa y, de repente, tuvo el presentimiento de que su hermana necesitaba ayuda. Subió al baño y encontró a Leanne inconsciente en la bañera, a punto de ahogarse.

Sin embargo, hay una explicación lógica para este caso. Los desmayos de Leanne eran frecuentes, y toda su familia sabía que debía estar atenta a ellos, pues podían tener consecuencias muy graves. Además, Gemma era consciente de que su hermana se estaba bañando sola y de lo peligroso que podía llegar a ser este hecho. Por tanto, no es de extrañar que, tras varios minutos de no oír actividad proveniente del baño, Gemma tuviera un mal presentimiento.




¿Qué pasa si tienen hijos dos familiares directos?

 
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Ha surgido gran cantidad de mitos, entre los que destacan que los hijos nacerían con deformidades, anomalías (como que los hijos de una relación entre primos "nacen con cola de cerdo") o síndrome de Down.

La principal objeción que implica relaciones de consanguinidad*, es decir, que parte del mismo tronco o raíz familiar es que:
Todo ser humano está formado de trillones de células, y cada una aloja 46 cromosomas, de los cuales 23 son aportados por espermatozoide y 23 por el óvulo. La combinación de genes que da origen a un nuevo ser, es infinita, aunque siempre habrán características de ambos padres.
Dichos genes pueden clasificarse en dominantes y recesivos, cuando una persona nace con algún padecimiento significa que fue trasmitido por un gen dominante, pero si sólo es portador y no presenta síntomas, se trata de uno recesivo.
 
El riesgo de afecciones en hijos de parientes se multiplica cuando los padres son portadores del mismo gen que produce enfermedades, puesto que ellos lo heredaron de sus antecesores. El problema aumenta con los genes recesivos, ya que el hijo presenta 1 de 4 posibilidades de heredar dos copias de dicho gen, por lo que resultaría en anomalía o enfermedad.

*La consanguinidad se refiere a la relación de sangre que poseen dos personas. Los parientes consanguíneos son aquellos que comparten sangre por tener algún vinculo familiar en común.
Hay tres grados de consanguinidad:
Primer grado: Consiste en una relación entre dos personas muy cercanas; ya sea entre padre e hijos o entre hermanos. Los parientes de primer grado comparten la mitad de sus genes comunes, por lo que el riesgo de anomalías en los hijos es de un 50%.
Segundo grado: Consiste en relaciones entre familiares como: tío-sobrina, tía-sobrino, primos-hermanos, o cuando los novios poseen un abuelo en común. Este grupo comparte 1/4 de los genes, por lo que el riesgo es de 5-10%.
Tercer grado: Cuando los novios tienen un bisabuelo en común comparten 1/8 de los genes, por lo que el riesgo es de 3-5%.
A mayor grado de parentesco mayor es el riesgo de que los hijos presenten malformaciones o trastornos.

La consanguinidad ya era habitual en el Antiguo Egipto (Cleopatra era hija de hermanos, y con su hermano se casó), pero al tratarse de personajes que vivieron hace más de 2.000 años tampoco era fácil seguir un rastro fiable.
Ese problema no se daba en las dinastías reales de la Edad Moderna, y de ahí surgió en 2009 la idea de Álvarez y Ceballos, que lanzaron como tesis de este último. Inicialmente con la Casa de Austria, en la que los matrimonios entre hermanos, primos y sobrinos eran moneda común. La conclusión fue contundente: la endogamia acabó con la dinastía.
 
 Carlos II("el hechizado").
Aunque su sobrenombre le venía de la atribución de su lamentable estado físico a la brujería e influencias diabólicas, es probable que los sucesivos matrimonios consanguíneos​ de la familia real ocasionaron que el heredero padeciera del síndrome de Klinefelter, con síntomas como musculatura débil e infertilidad.
 
 
 

 













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